La influencia de la frontera y demás regiones que nos rodean han convertido la cocina nortesantandereana en una mezcla de sabores y sensaciones que simbolizan las relaciones heterogéneas, es de esta forma que no tenemos un plato que nos represente o identifique, pero esto da la ventaja de tener variedad a la hora de comer y disfrutar de la culinaria.
Los platos de la región son sencillos de preparar y satisfacen el paladar del más exigente, y de la misma manera evocando momentos del ayer de la receta de la abuela que se produce de generación en generación.
Entre los platos típicos del departamento: se destacan los Pasteles de garbanzo que se acompañan con mazato o una agua de panela de limón, el Mute, deliciosa sopa que se prepara con carne de cerdo, maíz, papa y garbanzos; se sirve acompañado de arroz y pasteles de sombrerito o de garbanzo, plato regional por excelencia;
Las Hayacas, influencia del hermano país de Venezuela, que se diferencian por su forma alargada y rectangular y el Cabrito, que se consume asado o cocido,
También son famosos entre los visitantes, el Rampuche y el Panche que se disfruta a la par de un buen baño en el río en el municipio del Zulia o la cachama en la vereda de Juan Frío en el municipio de Villa de Rosario.
A diferencia de otras regiones del país, los ocañeros elaboran la arepa de maíz (blanco), de tal manera que pueda ingerirse como acompañamiento para otros platos. Su singularidad reside en que por una de sus caras se le hace aparecer una tela tenue más tostada, la cual sirve para rellenar con queso, mantequilla, huevos pericos, aguacate, o comerla untada de huevo frito, salsa de carne, natas, etc.
Tradicionalmente, los ocañeros suelen desayunar con arepa, queso y café negro (flores de Barbatusco ingrediente que se degusta en la preparación de huevos revueltos y en postres), Cocotas, también en el corregimiento de la Ermita, se acostumbra los fines de semana a deleitar a los propios y visitantes con chicharrón carnudo acompañado por banano o papa cocida)
Ábrego, municipio conocido por su vocación agrícola, tiene innumerables cultivos de “Cebolla Cabezona Roja pequeña”, más conocidas como “cebollitas ocañeras” que son un plato típico que hace parte de la gastronomía de esta subregión occidental. Y no se puede dejar de nombrar los deliciosos tamales Villacarences.
En el recetario la presencia del dulce, un antojo que no esté lejos de casa; dentro de la gama de dulces famosos de la región, se destaca el Cortado de leche de cabra cuya fama regional se circunscribe a los corregimientos de Urimaco y El
Salado, donde afortunadamente hoy continúan criando este conspicuo animal y del cual se dice que la calidad de su leche depende de una cuidadosa alimentación a base de orégano, albahaca, palito de negro, cují y tuno, productos vegetales que dan sabor característico al subproducto y obviamente al propio cortado.
El Arrastrado, las Toronjas, elaboradas con cáscara de la fruta almibarada y las Panelitas de Leche de Cabra, entre otros. Y no se puede dejar a un lado el majar blanco, colaciones amasijos, panes, semas, mojicones y el famoso matrimonio de la paledonia también llamada “cuca” con queso propio del municipio de Pamplona.
En el Departamento se encuentran nombres muy particulares como Arrastrados, Matrimonios o Apretados, Cachiporras, chamagua, El cojito de los leños, Tirulies, La Gritona, casadillas, Empedrados, o más extraño niños envueltos.